Memorias de Granada
-...te pienso, te escribo, te siento, te añoro, te recuerdo y siento la insaciable necesidad de tenerte cerca después de cuatro años. No te olvido, noto en cada poro de mi piel erizada los recuerdos que sellamos. Temo que te hayas olvidado de todo lo que creció en nuestro interior, cada detalle, cada caricia, aquella noche, aquel beso en la mesa de mezclas, aquella arena negra en la que sigo atrapado. Se que cada uno tiene su vida a kilómetros de distancia, se que te cuidan bien y que todo en tu vida va viento en popa. Has encontrado un pilar fundamental y por nada del mundo quieres que desaparezca, y lo entiendo. Pero por muchas notas musicales que voy teniendo en mi vida siempre hay un tempo que no consigue rellenar nadie que no seas tú. Pero es difícil olvidar aquellos rizos que dibujaban mi sonrisa, quiero que sepas que sigo soñando y que la ilusión nunca desapareció. Quizá tus ojos celestes nunca se verán iluminados por leer este colectivo de palabras, pero el destino decidirá. Ya decidió una vez juntarnos y tengo la confianza ciega en que lo volverá ha hacer, aunque sea con otra edad, en otras circunstancias o en otro lugar, todo lo que en esos días nació volverá a renacer.-